En un sermón escrito por San Zacarías obispo de Sakha en el siglo VIII sobre la venida de Jesús a Egipto mencionó que la Sagrada Familia fue a Al-Burullus en un pueblo llamado la Higuera, sin embargo, no fueron aceptados por los lugareños, por lo que se marcharon a otro lugar llamado Al-Mutla’ en donde un hombre les dio lo que necesitaban, luego continuaron su camino al lugar que, en la actualidad, es Sakha.
La Sagrada Familia llegó allí con sed, pero no pudieron encontrar agua, entonces Jesús puso su pie sobre una piedra en donde la huella quedó impresa y de la que brotó agua pura. Los creyentes comenzaron a poner aceite en la huella de Jesús de la que recibieron bendiciones. Con el tiempo, la piedra quedó bajo tierra debido a las adversas condiciones del lugar.
La piedra tiene unos ochenta centímetros de largo y su grosor es de quince centímetros. El lugar fue llamado Pikha Isous. Pikha quiere decir pie e Isous significa Jesús, es decir, el pie de Jesús. En este lugar se estableció un monasterio de monjes que se mantuvo hasta el siglo XII tiempo en que el monasterio se vio expuesto a una ola de violencia y persecución por extremistas en Egipto, lo que llevó a los monjes a salvar la piedra del vandalismo marcándola con una señal y enterrándola en el patio del monasterio. Los monjes huyeron y comenzaron a escribir manuscritos la historia sobre cómo escondieron la piedra y escaparon.
Durante el mes de abril de 1948 mientras se realizaban trabajos de desagüe en las excavaciones cerca de la Iglesia de la Virgen María encontraron una piedra con la huella del pie de un niño. Se cree que es la huella del pie del Niño Jesús. Actualmente, la piedra se exhibe en un contenedor de cristal para que los visitantes al acercarse sean bendecidos. El día veinticuatro de Bashans los sacerdotes coptos celebran su festividad llevando la piedra en procesión alrededor de la iglesia.