Los inicios de la historia del fuerte data entre los siglos VI y VII. Sin embargo, algunos arqueólogos creen que fue en el siglo VIII. Es uno de los torreones más pequeños que existe en la actualidad de todos los monasterios habitados. En términos generales, las fortalezas se construyeron para proteger a los monjes de los feroces ataques de los bárbaros.
El fuerte contaba con:
- Una fuente de agua potable: Debido a que este fuerte no tenía pozo debió haber existido una conexión entre el pozo de la antigua iglesia de La Santísima Virgen y el cuenco de lupinos en una sala de la planta baja. Una opinión diferente dice que había un antiguo pozo al este del torreón conectado al cuenco de lupinos. Cuando se necesitaba agua la válvula de entrada al cuenco se abría para dejar fluir el agua.
- Cantidad suficiente de alimentos: El único alimento que podía ser almacenado durante los ataques al monasterio era la leguminosa de lupino, ya que cortaban los suministros esenciales. Cualquier otro alimento se descompondría rápidamente a excepción del lupino sin importar cuánto tiempo estuviese almacenado, el lupino era un alimento eficiente y no se estropeaba. La ciencia ha descubierto los beneficios nutritivos del lupino que contiene grasas vegetales, hidratos de carbono, calcio, fósforo y una buena cantidad de vitamina complejo B.
- Celdas o salas de estar.
- Lugar de culto: En este torreón hay una capilla dedicado al Arcángel Miguel para que interceda por los que moran en el lugar y los proteja del mal.
- Una o más salas pequeñas para entierros: en caso de que un monje muriese por el ataque de los bárbaros era sepultado en una zona designada que, generalmente, se encontraba entre el techo del torreón y el techo de la capilla.
- Escondites de emergencia: en caso de que los bárbaros lograran abrirse paso y asesinaran a los monjes, el escondite más importante se encontraba debajo del santuario. Si ocurriese durante la liturgia, el sacerdote y quienes servían con él, si les fuese posible, escaparían al escondite y deberían recibir la Sagrada Comunión apresuradamente antes de que llegasen a las manos del atacante.
La Capilla del fuerte
La capilla del fuerte tiene un altar y la nave está dividida en dos pequeños apartados separados por dos pilares y un tabique de madera en el medio. Al parecer los dos pilares son muy antiguos y fueron sacados de un templo pagano cercano, que posiblemente estaba emplazado en las inmediaciones durante las edades más tempranas del cristianismo, tal como lo indica el capitel roto en uno de ellos.
Al mirar de frente la nave de la iglesia se observa un atril de madera en el que se encuentra el Libro del leccionario desde donde el libro de lecturas rituales es leído. Se cree que data del siglo XII cuando el torreón fue renovado.
Al mirar la puerta de la iglesia, así como las demás puertas, esta tiene el mismo diseño que las de la antigua iglesia de la Santísima Virgen María.
Hasta la fecha no se cuenta con información para confirmar si el torreón se ha sido utilizado en alguna ocasión.
El reloj de sol hemiciclo
Consiste en un gnomon fijo en el centro del diámetro de un semicírculo tallado en la pared sur de la torre del torreón. La lectura de la hora depende de la sombra del gnomon, que decrece en la escala de tiempo.