Una de las famosas historias relacionadas con este lugar es la historia de la bruja injusta que cayó desde lo alto de la montaña con sus libros y cadenas de hierro cuando el Niño Jesús y la Virgen María llegaron al lugar. Antes de la llegada de la Sagrada Familia en esta zona vivía una bruja malvada que solía imponer pagos y contribuciones a las distintas embarcaciones que cruzaban el río Nilo rumbo al Alto Egipto y a las gobernaciones del Bajo Egipto y si alguien se negaba a pagar el dinero volcaba sus navíos en el río. Sin embargo, esta leyenda llegó a su fin con la venida de la Sagrada Familia. La bruja quiso vengarse del Niño Jesús y la Virgen y mientras estaban en la isla de más abajo y utilizó su magia para arrojarles una roca. La bendición del Niño Jesús rompió el hechizo cuando con su mano señaló la roca deteniéndola, luego le imprimió la palma de su mano sin tocarla, de modo que la bruja con su magia, libros y cadenas de hierro cayeron desde lo alto de la montaña y la bruja malvada murió.
Había un enorme árbol ficus con hojas verdes a dos kilómetros al sur de Gabal Al-Tayr al que la gente de la región llamaba el Árbol Abed (el adorador).
El difunto obispo Samuel de Shebin El-Qanater en su libro “Las antiguas iglesias y monasterios desde Guiza a Asuán” hizo mención de este árbol cuya forma era única y sorprendente, ya que todas las ramas que iban hacia el suelo volvían a levantarse y se cubrían de hojas verdes. Se dice que este árbol es el que se inclinó ante Cristo cuando pasó por el vecino Ashmunayn. Esta historia fue mencionada en la conmemoración de la venida de la Sagrada Familia a la tierra de Egipto. Sin embargo y desafortunadamente el Árbol fue cortado por unos granjeros en el siglo XXI.