La Sagrada Familia se marchó de la región de Gabal Al-Tayr, cruzó el río Nilo hacia la ribera occidental hasta llegar a Al-Ashmunayn, que en la época romana era llamada Hermópolis Magna. Ashmunayn es una ciudad situada en el corazón del Alto Egipto Medio a 300 km al sur de la ciudad de El Cairo que en la antigüedad era llamada Shamno o Khemnu y que en el antiguo idioma egipcio significa “Ocho” en relación con el número de sus ocho deidades, de las cuales la más importante era el dios Thot. Al desaparecer la ciudad antigua surgió una nueva ciudad con el mismo nombre Ashmunayn, que significa ocho segundos.
El obispo Zacharias de Sakha en un sermón menciona que la Sagrada Familia a la mañana siguiente de haber llegado a la ciudad la Virgen salió con el Niño para distraerlo por las calles y en su paseo entró en un templo griego en donde las estatuas cayeron y se destrozaron.
Los habitantes quedaron asombrados con la noticia difundida por la localidad y comenzaron a preguntarse cuál era la causa de lo que estaba sucediendo aquella mañana. Se enteraron del suceso de la entrada del Niño Jesús al templo que coincidía con la destrucción de la estatua del dios pagano, de modo que debido a la conmoción acaecida la Sagrada Familia se vio obligada a abandonar la ciudad. Luego se dirigieron a un pueblo llamado Felis, que actualmente es la ciudad de Dayrut Al-Sharif y después se dirigieron a Al-Qusiyah permaneciendo allí durante un largo período y en su viaje de regreso visitaron nuevamente la ciudad de Ashmunayn.
Los sucesos acerca de la llegada de la Sagrada Familia a la ciudad de Ashmunayn fue registrada en la “Historia de los Monjes Egipcios” escrita por siete monjes que vinieron de Palestina a visitar Egipto en el año 394. Tales eventos, también fueron registrados por Paladio, quien visitara Egipto entre los años 388 y 399, el papa Teófilo, vigésimo tercer patriarca, el historiador Sozomen alrededor del año 443 y el escritor y sacerdote Abu Al-Makarim en el año 1209.