La ciudad de Bahnasa era conocida por los antiguos egipcios como Pimazit, que quiere decir “Cetro de Oro”. Más tarde, en la época griega y ptolemaica fue conocida como Oxyrnikhos, que significa Ciudad de Qunuma, término relacionado con el pez Qunuma, un pez de boca puntiaguda que era considerado como señal de prosperidad y bendición en la región en aquella época.
Oxyrnikhos fue la capital de la región de Arcadia en la era griega y en el siglo V había grandes congregaciones monásticas. De hecho, debido a la gran cantidad de iglesias y monasterios que se ubicaban en este lugar Paladio el historiador del monacato egipcio y obispo de Helenopolis, señaló que: “Oxyrnikhos es la ciudad cuyo número de iglesias es mayor que el número de viviendas”.
La ciudad de Al-Bahnasa fue la sede de una gran diócesis en donde residían treinta mil monjes y monjas en la zona, tal como lo mencionaran el padre Paladio, Dermatos el ermitaño, fundador de un monasterio y Harman obispo de Gao en el Alto Egipto. Entre los obispos se encontraba Su Eminencia Anba Boutros, quien asistió al Primer Concilio de Éfeso en el año 431. Tales palabras fueron confirmadas por Ruvius a principios del siglo V cuando el obispo de la ciudad le dijo que había diez mil monjes y veinte mil monjas en la ciudad. Existe un registro de veintiún monasterios para monjes y monjas. Además, en la ciudad de Al-Bahnasa las iglesias eran enormes construcciones en donde los monjes habían convertido los templos paganos en iglesias y monasterios. El clero estaba presente en cada lugar de la ciudad y se celebraban misas santas en las calles. La ciudad entera era como una gran iglesia o como si fuera un gran monasterio habitado por clérigos y monjes.
En la actualidad, solamente existe una iglesia en Al-Bahnasa dedicada a San Jorge que fue construida en 1923. De acuerdo con el informe del Consejo Supremo de Antigüedades en la región de Al-Bahnasa se descubrió una iglesia antigua que consta de dos pisos. La planta baja fue construida con estilo bizantino y con estilo basílica la planta alta; sólo quedan los cimientos de esta iglesia.