La iglesia egipcia de la Sagrada Familia se encuentra situada en la puerta oriental de Egipto en la ciudad de Rafah. La iglesia es un importante punto turístico y religioso al que acuden grupos de turistas tanto extranjeros como egipcios. La característica arquitectónica principal de la iglesia es que fue construida con la forma del Arca de Noé.
De la misma manera en que Noé el justo y sus hijos se embarcaron en el arca para escapar del diluvio, el Señor Jesucristo, su virgen madre, San José el Carpintero y Salomé se fueron a Egipto para escapar de la faz del mal. El Ángel del Señor se apareció en sueños a José, y le dijo -“Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto, y permanece allí hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarle”. José el Carpintero cumplió la orden del ángel. Tomó al niño y a su madre siendo de noche y se marcharon a Egipto para que la Escritura fuese cumplida: “De Egipto llamé a mi hijo” (Mateo 2:13, 14).
Es sabido que la Sagrada Familia caminó alrededor de 100 kilómetros desde su salida de Belén en Palestina hasta su llegada al desierto de Sinaí. Y fue así que la Sagrada Familia tomó a un camino poco conocido durante su espinoso viaje para hacerse invisible y evitar las miradas de los acosadores o de sus seguidores.
Entre las historias heredadas sobre el viaje de la Sagrada Familia a la tierra de Egipto, se dice que, recorrieron una distancia de dieciocho kilómetros hasta llegar al pueblo de Fares en donde escucharon la noticia de la matanza de los niños de Belén.
De modo que la Sagrada Familia insistió en marcharse, sin embargo, encontraron las puertas de la ciudad cerradas. Los guardias que custodiaban las puertas rechazaron la petición de José para salir de la ciudad y le dijeron que no estaban en posesión de las llaves, por lo que le pidieron esperar hasta la mañana siguiente a que viniera su superior, así que la Sagrada Familia permaneció allí. Cuando en medio de la fría noche los guardias entraron a sus habitaciones para buscar abrigo, la Señora de todos, la Virgen María puso las manos del niño en las cerraduras de las puertas; estas se abrieron al instante, por lo que pudieron salir de la ciudad. Después de su salida, las puertas volvieron a cerrarse. Los guardias al darse cuenta de lo sucedido intentaron abrir las cerraduras, pero no lo lograron, así que se convencieron de que Jesús era un niño especial.
La Sagrada Familia apresuró su paso hasta la ciudad de Beersheba en donde se dispusieron a descansar en una cueva. Cuando estaban a punto de entrar un par de leones (un macho y una hembra) se precipitaron desde adentro sobre ellos queriendo matarlos. Entonces, cuando el Niño Jesús miró a las dos bestias, estas se alejaron mostrando señal de sumisión y se erigieron en posición de guardianes en la entrada a la cueva.
Dios ha emanado un manantial de agua para la Sagrada Familia, por lo que de allí bebieron y llenaron sus vasijas para el camino. Entrada la tarde abandonaron el lugar y las bestias, ante ellos se despidieron con la cabeza inclinada. Posteriormente, la Sagrada Familia caminó otros 83 kilómetros hasta llegar a la localidad de Awga Al-Khafir para luego dirigirse a la zona de Rafah.
Además, existe una historia de tradición popular que menciona que en Rafah la Sagrada Familia estuvo expuesta a la amenaza de encontrarse con dos ladrones que se llevaron sus humildes posesiones. Sin embargo, el radiante rostro del niño, la magnificencia y esplendor de la Santísima Virgen con su refulgente apariencia y la afabilidad de José el Carpintero, quien no hizo resistencia, los detuvo. Los ladrones avergonzados y en un gesto de aflicción les devolvieron sus pertenencias disculpándose por sus actos. Entonces, uno de ellos se ofreció tomando un pañuelo para secar el sudor del Niño Jesús descubriendo sorprendido la pureza de su aroma. Luego, envolvió el pañuelo para después exprimir el tejido en una vasija. Se dijo que este ladrón se sintió muy afectado por las dificultades que atravesaba la Sagrada Familia, por lo que pidió acompañarles para protegerles en el camino. Finalmente, en la frontera egipcia cerca de Al-Farma el ladrón solicitó el consentimiento a la Sagrada Familia para regresar al pueblo.
El pueblo de Rafah ofreció su hospitalidad a esta bendita familia, sus habitantes acogieron a Jesús y a su madre, la Virgen María. Mientras la familia descansaba bajo la sombra de un árbol brotó un manantial de agua dulce, y del cual aún hay agua disponible para que beban los visitantes. Sin embargo, en la actualidad es difícil acceder a este manantial debido a la gran cantidad de operaciones militares que se llevan a cabo en la zona para localizar a los terroristas en la zona del Sinaí.
Referencias
* El Camino de la Sagrada Familia en Egipto – Autor: Monjas del Monasterio del Gran Mártir Jorge, El Cairo Antiguo.
* El viaje de la Sagrada Familia en la tierra de Egipto – Autor: Isaac Ibrahim Agban
* El camino de la Sagrada Familia a Egipto a través del Sinaí – Autor: Sami Saleh
* Estudio de la Entrada Oriental a Egipto, Sitios Arqueológicos del norte del Sinaí – Autor: Yusriya Abdel Aziz Hosni
* Iglesia de la Sagrada Familia – Sitio Web de Rafah