La Sagrada Familia pasó por la ciudad de Al-Bahnasa situada al oeste del río Nilo cerca de las montañas occidentales al borde del desierto a dieciséis kilómetros al noroeste de Bani Mazar y a diez kilómetros al sur del pueblo de Deir Al-Garnous en la Gobernación de Minya.
El historiador Al-Maqrizi señaló lo siguiente: “Los coptos están de acuerdo en que la Sagrada Familia visitó Al-Bahnasa y la tradición islámica dice que la Sagrada Familia viajó en un burro a Al-Bahnasa en donde hay un pozo en una pequeña iglesia. La Virgen María y su hijo usaban el agua de este pozo para lavarse y lavar su ropa y el agua del pozo sana a los enfermos”.
Existe una historia del acervo popular que cuenta que cuando la Sagrada Familia llegó a Al-Bahnasa fueron al lugar del famoso pozo, entonces Jesús pidió agua y comenzó a llorar porque tenía sed. Inmediatamente y de forma milagrosa el nivel del agua del pozo subió para que Jesús pudiera beber y desde entonces los cristianos celebran este acontecimiento.
El sermón de Anba Qaryaqos menciona que cuando la Sagrada Familia llegó a la ciudad de Al-Bahnasa los habitantes del lugar adoraba a los ídolos, los que a medida ellos caminaban por el lugar comenzaron a caerse, de modo que ya no pudieron estar de pie ante Dios, el Creador del cielo y de la tierra, así que los sacerdotes paganos huyeron de allí.
Un pastor encontró a su paso a la Sagrada Familia mientras cuidaba su rebaño con sus dos hijos. Les dio la bienvenida y les dijo que un ángel le había señalado que vendrían a Al-Bahnasa antes de su llegada, por lo que les imploró que se quedaran con él. El Señor Jesucristo le prometió una bendición especial para este lugar, luego tomó las tres varas que el pastor y sus dos hijos llevaban y las plantó allí mismo. Las varas florecieron al instante convirtiéndose en tres árboles que les proporcionaron sombra, por lo que el pastor y sus hijos inclinaron su cabeza en un gesto de sumisión ante el Divino Niño.