En general, los egipcios se han relacionado con el agua considerando al río Nilo como “fuente de vida” y tal como se suele decir “Egipto es el regalo del río Nilo”. Debido a la creencia de que el agua es bienestar y fuente de vida, hubo numerosos milagros relacionados con la emanación de manantiales de agua dulce que fluyeron en su tiempo y fueron reconocidos por haber sido originados por Jesucristo mediante. De este modo, la presencia de la Sagrada Familia ha sido asociada con la vida y la bondad representadas en los pozos de agua.
Los habitantes de Tell Basta se niegan a recibir a la Sagrada Familia
Tell Basta es una de las antiguas ciudades egipcias mencionadas en la historia faraónica. Cuando la Sagrada Familia llegó a Tell Basta era mediodía, por lo que buscaron un lugar en donde sentarse. Encontraron sombra bajo un árbol en los suburbios de la ciudad para protegerse del sol y del calor que hacía en ese momento. Mientras descansaban de las penurias del viaje el Señor Jesucristo le pidió agua a su madre, la Virgen María, por lo que lo cargó en sus brazos y se dirigió al pueblo. Al llegar a la ciudad sus habitantes los recibieron con indiferencia y mostraron insensibilidad hacia su pequeño hijo que llevaba en brazos. Tal fue el padecimiento y tristeza de la Virgen María que volvió con el niño Jesús sin poder darle de beber. Cuando Jesús la vio llorar, le secó las lágrimas con sus pequeñas manitos. Luego mientras jugaba en el suelo dibujó un círculo en el suelo con su dedo. Entonces, San José el Carpintero se levantó y tomó un trozo de hierro, una de las herramientas de carpintería que traía para trabajar en Egipto para mantener a su familia, y con ella golpeó el suelo junto al árbol para cavar en la tierra. Inmediatamente, de allí brotó un manantial de agua dulce como la miel y blanca como la nieve. El Señor Jesucristo colocó Sus prístinas manos en el agua y la bendijo para que los cuerpos y las almas de quienes bebieran de allí pudiesen ser sanados. A partir de ese momento, todo el que viniera y se bañara con el agua de este pozo en este día en especial cada año será curado de todas sus enfermedades.
El milagro del manantial de Al-Hamra en el Valle Al-Natrón
La Sagrada Familia al pasar por el Monte Al-Natrón en el sur del desierto de Sheheet o Al-Esceet, el Divino Niño y su madre la Virgen María bendijeron el lugar que más tarde sería habitado por monjes en sus monasterios. Se ha dicho que el Divino Niño se dirigió a su madre diciendo -“Que sepas madre mía, que en este desierto vivirán muchos monjes, ermitaños y luchadores espirituales que servirán a Dios como ángeles”. Mientras estaban allí, el Divino Niño sintió sed y José el Carpintero buscó agua, pero no encontró nada más que un lago de agua salada, de modo que el Niño extendió sus inmaculadas manos sobre el lago y un manantial de agua dulce brotó en medio del agua salada.