En la tradición oral egipcia existen diversas historias que han circulado acerca de la Sagrada Familia durante su viaje en la tierra de Egipto. Las historias han variado en relación a los milagros, los eventos importantes y las personas que acogieron o rechazaron a la Sagrada Familia.
El milagro de abrir las puertas fortificadas a la Sagrada Familia en Al-Farma
Cuando la Sagrada Familia entró a la tierra de Egipto a través del desierto del Sinaí se dirigieron a Al-Farma. Esta fue la primera ciudad con la que se encontraron. La noche había caído en el desierto y las puertas de la ciudad estaban cerradas mientras sus habitantes dormían, por lo que el Niño Jesús extendió sus benditas manos hacia las puertas e hizo que se abrieran al instante.
Los habitantes de Al-Farma recibieron a la Sagrada Familia con hospitalidad, por lo que Dios bendijo a la ciudad de Al-Farma, que en aquel entonces, llegó a ser en una de las importantes eparquías (diócesis) de Egipto. De hecho, muchas de las iglesias que se construyeron allí existieron hasta el siglo VIII. En efecto, las catedrales más antiguas y más grandes que recientemente se han descubierto en Egipto se construyeron en Al-Farma en una superficie de ochenta y dos metros de largo por cuarenta y dos metros de ancho, en donde también se encuentra ubicada la “Colina de las Iglesias”, ya que todas las iglesias fueron construidas en una superficie elevada. Además, a lo largo de los siglos, cientos de monjes han vivido en estos monasterios.
Debido a la notoriedad de la ciudad de Al-Farma fue el centro de una sede de un poderoso obispado del que surgiera uno de los obispos más famosos en la historia de la Iglesia Copta, el sacerdote Anba Yusab obispo de Al-Farma, quien asistió al Concilio Ecuménico de Éfeso en el año 431.
El primer mártir en la historia del cristianismo en nombre de Jesucristo en la ciudad de Ashmunayn
La tradición cuenta que Jesús realizó numerosos milagros en este pueblo, sin embargo, el evento más importante que tuvo lugar en aquel sitio el día 18 de Misra es lo que menciona el Sinasario sobre la historia de Wadamon el armenio, quien fuera el primer mártir del cristianismo y en los escritos se señala: “Este es el día en que San Wadamon originario de la ciudad de Armant fue martirizado.
Sucedió que un día en su casa encontrándose reunido con unos invitados, quienes pertenecían al culto de adoradores de ídolos, en la conversación que sostenían comenzaron a hablar sobre el Niño diciendo lo siguiente: -“Poned atención, hemos oído que una mujer ha llegado a la región de Ashmunayn con un niño pequeño que se parece a los hijos de los reyes”. A lo que otros replicaron -“¿Este niño ha venido a tierra egipcia?” Luego, cuando los invitados regresaron a su casa, Wadamon se levantó, tomó su montura y cabalgó yéndose a toda prisa para llegar a la ciudad de Ashmunayn. Cuando se encontró con el Niño Jesús y su madre María se arrodilló ante Él. El Niño Jesús al verlo, le sonrió y le dijo -“La paz sea contigo, oh Wadamon. Te has esforzado en venir aquí a ver por ti mismo lo que aquellos hombres hablaban en tu casa mientras tú estabas sentado escuchando sobre lo que hablaban de mí. Por lo tanto, iré a tu casa, me quedaré contigo y tu casa será mi morada”. San Wadamon se sintió asombrado, completamente maravillado, y luego se dirigió a Jesús -“Señor, deseo que vengas y vivas en mi casa y seré tu sirviente para siempre”, a lo que el Niño Jesús replicó -“Tu casa será morada para mí y mi madre para siempre porque cuando regreses y los idólatras se enteran de que estuviste con nosotros se fastidiarán y derramarán tu sangre en tu casa. No temas porque te acepto en el reino de los cielos para siempre, que es un lugar de gozo eterno e infinito y te convertirás en el primer mártir del Alto Egipto”. Entonces, el hombre se puso de pie reverenciando al Señor Jesucristo, quien le otorgara su bendición divina. Luego, Wadamon emprendió su camino de vuelta a casa. Al llegar a Armant los idólatras se enteraron de su regreso y se corrió la voz en el pueblo de que había visitado a Jesús. A continuación y sin demora, los adoradores de ídolos se presentaron en su morada, le amenazaron con sus espadas para que hablara y después de que les revelara y admitiera que había estado con Jesús y que había recibido su bendición, aquellos hombres le martirizaron.
Cuando el culto a los ídolos fue abolido y se difundiera el cristianismo en el país, los cristianos de Armant construyeron en casa de San Wadamon una iglesia dedicada a la Virgen María y su hijo, Gloria a Él. Esta iglesia fue llamada Al-Jiushnah, que se traduce como “La Iglesia del Barrio” en un pueblo llamado Zaher Armant.
La instauración del altar más antiguo de Egipto en el Monte Qusqam
La Sagrada Familia se encontraba residiendo en donde en la actualidad de sitúa el Monasterio de Muharraq. Este lugar fue la última estación a la que llegó la Sagrada Familia. En este sitio, San José el Carpintero construyó una pequeña casa de ladrillos y cubrió el techo con ramas de palma. La casa tenía un ático en donde estaban sus aposentos al que accedían por una escalera. Al parecer José no estaba seguro de que arriba en la estancia hubiese ventanas, por lo que en un soplo del Divino Niño una ventana fue allí creada.
Los habitantes de esta zona se apresuraron a pedir la bendición del Divino Niño y, de ese modo, al obtener la gracia divina fueron sanando de todas sus aflicciones y enfermedades. Al costado opuesto de la casa había un pozo de agua calcárea y con la bendición del Divino Niño pudieron Él, Su madre y José el Carpintero beber de allí. Después de bendecir el agua del pozo se volvió tan dulce como el agua del río Nilo y todo aquel que bebiera de este pozo o se bañaba con esta agua se curó de todas sus aflicciones.
El jeque Abu Saleh el armenio mencionó que había un recipiente lleno de agua que se convirtió en vino. En el costado oeste de la cueva, que más tarde se transformaría en iglesia existe una cúpula excavada en la roca de la montaña y es el sitio en donde solía residir la Virgen María y su hijo. Posteriormente, esta iglesia se convertiría en un santuario visitado por cristianos y no cristianos.
El sacerdote e historiador Abu Al-Makarim señaló que en el monte Qusqam había un cuenco lleno de agua que se convirtió en vino, tal como sucediera en la boda en Caná de Galilea, lugar en donde el Señor Jesucristo realizó el primer milagro durante su ministerio que es mencionado en el Evangelio de Juan, capítulo dos. Es posible que debido a tal milagro fuese el motivo por el que la Virgen María le pidiese al Señor Jesucristo que hiciera algo por el pueblo en las bodas en Caná de Galilea ¡Como si recordara lo sucedido en el monte Qusqam en Egipto!
Antes de salir de casa la Virgen le pidió a su hijo que concediera una bendición especial para el lugar que los albergara. Jesús respondió a su pedido y le dijo que -“Este lugar es sagrado y aquí se construirá una iglesia”. Además, dijo -“Esta casa será un santuario consagrado a Dios en donde se ofrecerán votos y sacrificios y este lugar se convertirá en un hogar para los santos monjes y para todos quienes vengan aquí con el propósito de ser bendecidos, sanados y milagros le serán concedidos para obtener lo que desean”.
La casa de Yossi se convirtió en el Monasterio de Al-Muharraq
Algunos historiadores señalan que un hombre llamado Yossi de la tribu de Judá y pariente de la Virgen María y José el Carpintero vino del Levante siguiendo el camino de la Sagrada Familia hasta alcanzarlos en el Monte Qusqam. Les contó lo que el rey Herodes había hecho con los niños en Belén y que todavía buscaba al Niño Jesús, a su madre y a José, y además les dijo que “Herodes había jurado que los quería matar con sus propias manos”. La Virgen María al escuchar tal noticia se sintió muy abatida y perturbada, entonces abrazó a su Niño y lo llevó a su aposento en el ático y se asomó a la ventana con el temor de que los soldados de Herodes les habían seguido hasta allí. El Divino Niño miró a su madre y la tranquilizó diciendo -“No temas madre mía y no llores porque tu llanto me aflige. Aún no ha llegado la hora en que el Hijo del Hombre se rinda. Los soldados no sabrán en dónde nos encontramos”.
Entonces, Jesús se dirigió a Yossi diciendo -“Oh Yossi has trabajado mucho por nuestro bien y has soportado penalidades e infortunios en tu largo viaje, por lo que tu recompensa será merecida”. Y Jesús guardando silencio por un momento, luego continuó diciendo -“Ahora descansa y aquí puedes recostarte”. Yossi obedeciendo las palabras de Jesús, tomó una piedra, la puso debajo de su cabeza y cerró sus ojos. En sólo breves instantes Yossi entregó su alma. Sepultaron su cuerpo cerca de la casa y sobre la tumba colocaron una piedra cuadrada con el nombre de Yossi escrito en hebreo.
Al parecer la historia de Yossi fue el último evento de la Sagrada Familia en el Monte Qusquam, ya que permanecieron en soledad durante seis meses y diez días en el monte. Entonces, el ángel del Señor se le apareció a José el Carpintero ordenándole que regresara a Palestina porque el rey Herodes el Grande había muerto.